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Cuidadores Comunitarios acompañan a personas mayores en San Antonio

Exitoso es el camino que recorren las voluntarias que forman parte del programa “Cuidadores Comunitarios” impulsado por el Programa del Adulto Mayor de la Pastoral Social Caritas Chile.

La iniciativa, tiene por objetivo formar agentes comunitarios para el acompañamiento integral de adultos mayores en condiciones de vulnerabilidad, dependientes y/o personas en condición de enfermedad, en la comuna de San Antonio, diócesis de Melipilla. 

Durante un año, se realizó el curso de capacitación donde los participantes pudieron aprender técnicas para reconocer y promover los derechos y la dignidad de las personas mayores. Asimismo, se generaron estrategias de auto-cuidado que permiten el acompañamiento y comprensión del proceso de envejecimiento que presentan los adultos mayores y personas en situación de enfermedad.

La encargada de la Pastoral del Adulto Mayor de la diócesis de Melipilla, Isabel Molina, señala que: “Viendo la necesidad de mucha gente que está enferma, sola y postrada, constatamos que era necesario contar con una mayor preparación para poder atender a esta gente. Es así como surge este proyecto de Cuidadores Comunitarios impulsado por la Pastoral Social Caritas Chile y Caritas Alemana. El curso fue de un año y contó con la capacitación de profesionales de la Cesfam, sicólogos, enfermeras, asistentes sociales, kinesiólogos, etc. Luego iniciamos la práctica visitando a la gente en la poblaciones. Participan personas ligadas a la Iglesia, a la pastoral, voluntarias que están dispuestas a dar su tiempo y compartir con los que nos necesitan. Se acompaña y visita a las personas más vulnerables, aquellos que no tienen red de apoyo”. 

Durante este año, se realizará una segunda etapa impartiendo nuevos cursos que permitan ampliar los conocimientos para entregar un mejor servicio. 

Una de las voluntarias es Angélica Lavalle, 60 años, quien pertenece a un Club de adultos mayores en la parroquia de Llo Lleo: “Esto sirve para aprender a cuidarse uno mismo y tratar de apoyar a quien nos necesita. Conversar, contar un chiste, hacer el rato más agradable. Estamos recién aplicando lo aprendido, luego tendremos que avanzar en nuevas cosas. Las personas lo agradecen mucho y nos piden que no los dejemos, que vayamos a verlos. Uno se siente bien del alma y da gracias a Dios de poder hacer algo por el prójimo.” 

Otra cuidadora es María Inés quien vive en San Antonio: “He aprendido mucho, a mí me encantan los mayores. El curso ha sido buenísimo, lo que más necesitan es compañía, vamos a sus casas al menos una vez por semana. Para mí ha sido una experiencia muy gratificante, el poder sentir que podemos dar al prójimo. Para mí ha sido un aprendizaje también, sentir que puedo ser útil”. 

Blanca González, 67 años, también forma parte de este equipo y comenta: “Me ha servido para mí, he podido superar algunos problemas que tenido. He aprendido a tratar y a cómo debo ser tratada. En mi casa ha habido cambios también, yo lo enseño a mi familia y eso ha sido bueno. También el acompañar a otras personas que necesitan más que yo, me ayuda en el día a día”. 

Otra de las cuidadoras es María Leiva, quien relata: “He aprendido a tratar a la gente mayor y el valor de las personas. Cómo debemos tratarlos, relacionarnos con ellos porque son mayores. La primera vez que fuimos a visitar me impresionó mucho la situación de las personas, muchas están abandonadas. Mi desafío es poder servirle a mi madre y aplicar todo lo aprendido”.

Durante este año, el Programa del Adulto Mayor de la Pastoral Social Caritas, continuará apoyando una segunda etapa de capacitación del curso de Cuidadores Comunitarios en la diócesis de Melipilla, impartiendo nuevos cursos que permitan ampliar los conocimientos para entregar un mejor servicio a la comunidad.